Ontología del Lenguaje.

Buenos días a todos ustedes. No siempre podemos asistir de primera mano a la inauguración de nuevos paradigmas, como lo estamos haciendo en estos días. Por tal motivo, les presento parte de un discurso que el Dr. Enrique Echeverría pronunciara en la Universidad Nacional de Uruguay.

Han participado en parte a través del pequeño taller del jueves 12 de Junio. Vi varias reacciones, lo mejor cuando dudas! Tu posicionamiento en la reflexión, es sin lugar a dudas, el comienzo de tu entendimiento. Con estas pocas palabras inicio una lectura apasionante.


Una nueva concepción sobre el fenómeno humano.

Yo creo que hemos estado siendo partícipes de una transformación muy profunda, quizás de las más profundas que uno pueda concebir, una transformación que pienso pone en cuestión premisas fundamentales que hemos preservado durante cerca de 25 siglos. Sin embargo, ha sido una transformación que está tomando tiempo, que se inició ya hace algunos años, algún tiempo atrás, que no culmina del todo todavía, que no tiene un hito claro que la marque, porque es una caída dentro de Berlín, pero que pienso que va a cambiar por completo la faz de la tierra y la forma como convivimos los seres humanos. Yo creo, que estamos asistiendo a la clausura de un período fundamental de la historia de la humanidad, particularmente de la historia de occidente, lo que yo llamo la clausura del Programa Metafísico.

Es en Inglaterra, al comienzo de la década de los 50, que se inicia un movimiento importante en la Filosofía y que se va a conocer como la emergencia de la Filosofía del Lenguaje, donde justamente comienza a sospecharse que esa visión del lenguaje es estrecha, es cerrada, que yo cuando hablo no solamente describo pasivamente lo que allí existe, sino que cuando yo hablo tengo la posibilidad de transformar con mi palabra la verdad, que la palabra tiene un poder mágico transformador que habíamos desconocido ¿lo habíamos desconocido siempre?, yo creo que no, tenemos distintos indicios, que la cultura antigua egipcia se valoraba el papel de la palabra, sabemos que la expresión, del arameo, el hebreo antiguo que se usaba en Judea, la tierra de los profetas, que sabían el poder de la palabra, que decía “avara ha d’avara” creo mientras hablo, la palabra transforma. Y yo sospecho que esa expresión “avara ha d’avara” nos volvió de otra forma, luego del cautiverio de judíos en Babilonia de 586 a 518 A. De C. fue tomada por los persas y la expresión persa: “abracadabra”, que te abre puertas, que te abre posibilidades, que redefine lo que es posible, es una expresión de esa original expresión arameo, “avara ha d’avara”.

Lo sabíamos, en la tradición hebrea cristiana, está planteado con tanta fuerza el poder de la palabra, el poder del verbo, en el inicio la palabra fue logos. Dios crea el mundo con el poder de la palabra. “Hágase la luz”, dijo, y la luz se hizo. La palabra crea entidad y comienza a descubrirse, por tanto vuelvo atrás, hacia algunas décadas solamente que hemos desconocido el poder transformador del lenguaje, de la palabra, que cuando yo hablo no solamente describo lo que existe, sino que porque hablo hago que ciertas cosas pasen, transformo; cambio.

El primer filósofo del lenguaje Ludwig Wittgenstein, nos dice: “todo lenguaje es una forma de vida, aprender un lenguaje es aprender a vivir”. Poco tiempo después, una década después un filósofo nacido de Oxford, Austin nos dice: “la palabra es acción, yo con la palabra intervengo, modifico el curso de los acontecimientos, hago que pase lo que no me ha pasado, si yo no hubiera hablado”. Austin muere el año 62, y antes de morir, una periodista le pregunta: “Usted está diciendo que la palabra es acción ¿qué importancia tiene eso?”, él le responde: “¿importancia? yo creo que ninguna”. Pero, ustedes pueden haberse dado cuenta que sólo ahora estamos reconociendo la importancia de ese descubrimiento y estamos reconociendo cómo dimensiones fundamentales de la vida humana son entendibles por el poder transformador de la palabra. Pero, aquello, en lo que yo estoy comprometido no es la Filosofía del Lenguaje, el tema de la Filosofía del Lenguaje tenía como sujeto, como objeto fundamental el análisis del lenguaje, yo me defino por un espacio que he llamado el espacio de la Ontología del Lenguaje, donde los aportes que los filósofos del lenguaje han hecho junto con muchas otra gente, pensamos que dan claves fundamentales para entender cómo somos los seres humanos, y, responder en forma diferente a la pregunta, que nos define como esa forma particular de ser que nos caracteriza y decimos muchas cosas y decimos incluso la respuesta del lenguaje es insuficiente, porque el lenguaje siempre se da acompañado, siempre se da como parte de un binomio más amplio; más rico, las conversaciones.

Cada vez que hablamos, entramos en conversaciones. El lenguaje es un ingrediente fundamental de toda conversación, pero no se da solo, se da siempre con otros ingredientes fundamentales que están presentes. En toda conversación planteamos hay tres ingredientes fundamentales, de hecho hay muchos más, pero el resto deriva, proviene de los tres que indico ahora: el lenguaje, la emocionalidad y la corporalidad. Se dan cuenta que estamos rescatando los muertos del programa metafísico: el lenguaje, la emocionalidad, la corporalidad, los elementos despreciados por los metafísicos, por lo tanto hay que colocarlos de nuevo en el centro y así como la metafísica tenía tres pilares fundamentales; el ser, la verdad y la razón, la propuesta que llamamos ontológica, que busca ponerlo en cuestión, que busca inaugurar una ética de la convivencia, de la existencia humana distinta dice: a los tres pilares de la metafísica, oponemos otros tres pilares. Al ser, oponemos el devenir, y, del devenir rescatamos la importancia de la acción, de la transformación, del cambio. A la verdad, oponemos la noción de observador, somos observadores distintos, ninguno es poseedor de la verdad, sólo tenemos interpretaciones de acuerdo al tipo de observador que somos y la pregunta frente a las interpretaciones no es cuál es la verdadera, sino cuál es la que nos permite vivir mejor, ser más efectivo, tener vidas más satisfactorias, establecer modalidades de convivencias más armónicas. Y a la razón, oponemos el lenguaje y de ahí emerge la noción de conversación. Y decimos si queremos entender como los seres humanos somos, preguntémonos por la forma como conversamos, nuestras conversaciones nos constituyen, somos nuestras conversaciones, yo soy y tengo la vida que tengo de acuerdo a como converso con los demás y como converso conmigo mismo, mi forma particular de ser, lo que llamo mi alma, cada uno tiene una forma particular de ser y, por tanto, en particular un alma, que está constituida de manera fundamental por nuestras conversaciones.

Nuestras conversaciones determinan lo que es posible para cada uno y lo que no es posible. Nuestras conversaciones determinan los niveles de efectividad y de inefectividad que alcanzamos en la vida. Nuestras conversaciones definen nuestras alegrías y nuestros sufrimientos, porque la alegría y el sufrimiento son fenómenos conversacionales. Sufrimos en función de lo que esperamos, de las expectativas que tenemos, de las imágenes que tenemos con respecto a cómo complacer el futuro y aquí aparece el lenguaje como un ingrediente fundamental y, por tanto, comenzamos a descubrir la nueva visión del ser humano.

Pero, yo quiero rescatar algo que no es suficientemente apreciado, éste no es un cambio como se dijo, a nivel de la teoría, éste no es un cambio a nivel de los conceptos, éste es un cambio a nivel de la ética, de las modalidades de relacionarnos con los demás y lo digo porque muchas veces las distinciones ontológicas se las utiliza en espacios metafísicos, en espacios impositivos, en espacios abusivos, carentes de respeto, mientras allí estén las estamos distorsionando, los estamos contaminando, estamos perdiendo lo más importante que ellas tienen, ellas inauguran un espacio ético diferente y los restantes espacios es el respeto, el respeto del otro como ser diferente, legítimo y en las distinciones no nos confundan, este espacio se define por su ética no por otra cosa.

Estamos en los umbrales de una nueva concepción de lo que significa el ser humano y yo creo que la concepción del ser humano es lo más importante que podemos establecer, porque a partir de ella definimos todo el resto, a partir de una determinada concepción del ser humano hacemos ciertas cosas, miramos el mundo de una cierta forma, miramos a los demás de una cierta forma, emprendemos proyectos distintos, damos respuestas a todo el resto de forma tributaria a la forma como nos concebimos, como somos, ya no hay algo más importante que indagar en la noción del ser humano que nos anima, que nos da sustento en todo lo que hacemos, por eso que esto es una transformación de una profundidad inmensa, que está dando sus primeros pasos, que lleva ya más de 100 años dando algunos pasos importantes, que no está terminada, que está inconclusa, que no está completa, que seguirá dando pasos, y donde como insisto lo fundamental es reconocer tanto el poder transformador generativo de la palabra y el lenguaje como de las conversaciones.

Como he dicho, los seres humanos tenemos algo en particular estamos en la vida no solamente para revelar cómo somos, para ser de acuerdo a un ser predeterminado con el que nacimos en el nacimiento, estamos aquí para encontrarnos, estamos en esta tierra con la gran responsabilidad de estar permanentemente diseñándonos, inventándonos, incluso cuando negamos la posibilidad de hacerlo, no tenemos alternativa. Hemos dicho la palabra transforma, la palabra genera, el lenguaje tiene una fuerza transformadora fundamental, que transforma ¿qué hacemos con el lenguaje?. Con el lenguaje construimos relaciones con los demás, no hay relación con otros que no requiera del lenguaje y no digo solamente de la oralidad, porque el lenguaje ocurre de múltiples otras formas, con el lenguaje yo logro establecer compromisos, acuerdos y, porque establezco compromisos y acuerdos con otros, logramos hacer juntos lo que ninguno podría hacer por cuenta propia o individualmente. El lenguaje nos ha convocado, yo estoy aquí porque alguien, dos personas, me hicieron una invitación y me trajeron, ustedes están aquí porque también hubo personas que los invitaron o porque algunos hicieron de invitadores. El lenguaje genera posibilidades, toda posibilidad surge de conversaciones, las posibilidades no están en el mundo exterior dando vueltas, las crean, las constituyen nuestras conversaciones y cuando me desespero porque siento que algo no es posible, sé que puedo abrir conversaciones que puedo tener el poder de demostrar posibilidades que no tenía.

Para los seres humanos lo que es posible resulta de lo que conversamos, con otros y con nosotros. Las conversaciones, el lenguaje genera mundos, construimos el mundo con nuestras conversaciones, decimos hágase una escuela y hacemos escuela, hágase una cátedra y hacemos una cátedra, hágase una empresa, hágase un país, y el país se hizo, y la escuela se hizo y la cátedra se hizo, con el lenguaje construimos el futuro, nos imaginamos lo que es posible, y orientamos las acciones hacia el logro de lo que hemos imaginado, nos permitimos leer fantasías, sueños, con el lenguaje estamos permanentemente construyendo los futuros distintos, pero con el lenguaje también construimos nuestras identidades. La mayoría de ustedes no me había visto, alguno posiblemente había leído mi libro y a partir de eso tenían alguna impresión quizás de cómo yo era, y ahora que me están viendo, me están viendo no solamente como escribo sino que me están mirando con una emocionalidad distinta, con mi corporalidad entera, y yo sé que mientras estoy hablando me estoy constituyendo ante ustedes en un ser que posiblemente antes no era y cada vez que uno de ustedes habla se constituye de una forma particular ante los demás y ante ustedes mismos. Nuestras conversaciones, lo que decimos habla de nosotros mismos, habla de muchas cosas, pero siempre, inevitablemente habla de nosotros mismos y escuchando a alguien empezamos a tener una idea de cómo esa persona es, creemos que no hay nada más importante para entender el género humano que el lenguaje de las conversaciones, creemos en el acto, el logos, el lenguaje estatuido a un lugar central para entender el mundo que observamos, que es un mundo siempre visto a través del lenguaje, es un mundo que lo vemos con el tamiz de las palabras que tenemos para dar sentido. Las palabras que usamos nos hacen ver mundos distintos, yo sin ciertas palabras hay cosas que no puedo ver, las palabras que aprendo me cambian el mundo, y no solamente las palabras, ese mundo que yo veo.

Todo ser humano cuando se para frente a él y lo observa, no solamente lo ve con el tamiz de sus palabras, de sus distinciones, también tomamos partido frente a ese mundo, si nos gusta o no nos gusta, es feo, es bello, es aburrido, es entretenido, vemos a alguien y le decimos es incompetente, es competente, es alegre, es triste, hacemos juicios sobre ese mundo y de acuerdo a los juicios que hacemos también vamos conformando mundos diferentes.

No hay un mundo, hay tantos mundos como seres humanos existen, porque cada ser humano tiene su diferencia, tiene su plena legitimidad, su autonomía, emite juicios sobre lo que observa diferente, constituimos mundos con las narrativas que tenemos, los seres humanos somos muy especiales, nos gusta contar cuentos, nos encanta escuchar cuentos. Yo les estoy contando un cuento, sólo un cuento, no es más que un cuento, no les estoy entregando la verdad, es esto simplemente un cuento. No solamente nos gusta contar cuentos, escuchar cuentos, muchas veces creemos los cuentos que contamos y vivimos de acuerdo a ellos, los cuentos nos constituyen.

Toda nuestra vida, nuestra existencia está plagada por el poder de las conversaciones, por el poder del lenguaje, por la emocionalidad que expresamos en esas conversaciones, porque yo podría estar hablando las mismas palabras con una emocionalidad muy distinta, estaríamos pensando cosas distintas, con una corporalidad muy distinta, estaríamos percibiendo cosas muy diferentes.

Se está inaugurando un cambio fundamental en el paradigma más importante que anima al ser humano que es la posesión que tenemos sobre nosotros mismos y que a veces no nos damos cuenta del cambio, de lo que se está viendo, de las nuevas aguas que se están abriendo, de la posibilidad de cruzar un continente diferente.

Tarea: elabora un informe para ser entregado el jueves 26 de Junio.

Te deseo un buen fin de semana, Maguita.

Acerca de maguitaort

Compartí con los y las estudiantes de la Carrera de Psicología de la Universidad Salesiana de Quito, Ecuador mis vivencias de maestra y mujer. He vivido dentro de estos haceres más de cuarenta años. He transitado por educación pre-primaria, primaria, secundaria , para niños y niñas con necesidades especiales (amo entrañablemente a las Personas Sordas) adultos analfabetos y por más de veinte, en educación universitaria. Me interesa los nuevos espacios para aprender, investigar, crear; considero característica inherente a todo ser humano sumergirse en lo valioso y productivo y sobre todo el SER. Hoy estoy incursionando en otros espacios, la PNL, lenguaje no verbal y afines. El desarrollo de las personas como SERES ÚNICOS es el eje central de mi nueva tarea. ACOMPAÑAME.
Esta entrada fue publicada en General y etiquetada , , , . Guarda el enlace permanente.

5 respuestas a Ontología del Lenguaje.

  1. andreamacias dijo:

    Me ha causado mucha emoción haber leido estas líneas. Hace algún tiempo recuerdo que estaba muy «de moda» leer sobre metafísica, Conny Méndez, etc… y ahora me parece perfecto que se retomen aspectos como la emocionalidad y la corporalidad, que para la metafísica no eran pertinentes.
    Los sentimientos: la alegría, el dolor, el sufrimiento y toda emoción se produce y se transmite en el lenguaje. De otra manera no podría saber que existen, ni podría comunicarlo a los demás.
    Como dice Echeverría, no solo el lenguaje oral me permite construir nuevas relaciones o conceptos en este mundo, existen muchas otras formas, las cuales no podrían ser posibles sin mi cuerpo, sin mis emociones y sin mis gestos.
    Para concluir, pienso que lo más importante que se dice en esta lectura son los ingredientes de una conversación: lenguaje (en cualquiera de sus formas), emocionalidad y corporalidad. Los tres elementos son imprescindibles para lograr entendimiento, e incluso placer en toda relación social que yo establezca.

  2. varelajh dijo:

    Es muy interesante saber que la vida y el mundo que conocemos se haya sido creado por medio de la palabra y desde ese momento todo se a constituido por medio de las expresiones verbales, el lenguaje y la palabra, la interacción con el mundo y sobre todo con los mas cercanos que son nuestros parientes, amigos y la familia que desde la culturalidad de cada uno de nuestros pueblos a sido pasado de generación en generación los constructos lingüísticos que nos han distinguido a cada uno de nosotros, sin embargo el ser humano a buscado la forma de comunicarse con otras culturas donde el conocimiento de un nuevo lenguaje no sea impedimento para relacionarse, llevando esto a un cambio y el gusto por saber lo que esconde nuevos lenguajes para así ser mas humanos y saber lo que cada uno piensa para relacionarse con la sociedad por medio del habla.

  3. haroangelo dijo:

    Es de suma importancia lo que Echeverría nos quiere dar a conocer de manera mas profunda ya que las actividades que llevamos a cabo a diario nos dan muestras evidentes de la necesidad ineludible que tenemos para con el lenguaje, especialmente el oral, puesto que es éste el que determina la efectividad con que el ser humano se desenvuelve en el mundo, de igual manera nos ubica en el presente y nos proyecta hacia el futuro: al hablar de algo ya lo estamos haciendo, en otras palabras, lo que se dice, se hace.

  4. rhonmaria dijo:

    En verdad me parecio muy apasionante este artículo no solo por el enorme poder de tiene una palabra en nuestra forma de ser y en lo que trasmitimos a los demás, sino como el lenguaje representa para cada uno de nosotros un aquí y un ahora que además al decirlo se vuelve realidad.

    Es impresionante como las palabras tienen ese poder de transformar nuestras acciones y nuestros anhelos simplemente diciendolas. Me encanto leer este artículo y como decía Austin la palabra es acción y por tanto me permite cambiar mi realidad y transformar mis acciones, pero por esa misma razón es importante pensar antes de decir algo a otra persona.

  5. nicolasgc7 dijo:

    Comentario:
    me gusto porque me permitió comprender la amplia capacidad que tiene el lenguaje para la creación de la realidad, transformarla estructurandola diía a día, la importancia que tiene en la formacion de la identidad, una personalidad de forma autentica, única. la informacion de la verdad me gusto, lo que puede ser verdad para uno, no lo es para el otro, y comprender que la comunicacion es el principal autor que permite la estructuracion de la sociedad